Muchos usuarios se preguntan si se puede repartir una herencia en vida y nos plantean si les conviene.
Teniendo en cuenta que una herencia es una transmisión mortis causa; es decir, provocada por el fallecimiento del poseedor de los bienes, una herencia en vida es una donación.
¿Qué implica repartir la herencia en vida?
En la donación existen dos partes: el donante y el donatario, que es el receptor de la donación, por lo que la donación tendrá un impacto para ambos y será necesaria la aceptación del donatario para que la donación produzca sus efectos.
La donación te permitirá ceder parte de tus bienes en cualquier momento a otra persona física o jurídica, de manera que tú podrás elegir a quien y cuando se convierte en propietario de tus bienes.
Podrá realizarse una donación a:
- Una persona física: sin necesidad de que esta forme parte de la familia del donante
- Una persona jurídica: como ONGs o fundaciones
Además, podrás donar tantos bienes muebles o inmuebles como quieras, siempre que se reserve un mínimo que te permita vivir dignamente.
¿Qué ventajas te ofrecerá la herencia en vida?
Aunque la herencia suele ser la opción más tradicional, no siempre es la más conveniente, ya que la donación tiene múltiples beneficios que probablemente te ofrezcan más ventajas a lo largo de tu vida:
Efecto inmediato
Una de las principales diferencias de la donación con respecto a la herencia es que tiene efecto inmediato en la vida del donante, por lo que si quieres ceder de forma inminente una propiedad o una cantidad económica, la donación se convertirá en la vía más adecuada.
Capacidad del donante para imponer plazos o condiciones
Puedes poner límites en la donación; es decir, puedes exigir plazos o condiciones. Por ejemplo, al cumplir la mayoría de edad o condiciones con acontecimientos futuros o inciertos como el matrimonio.
Condiciones impuestas recurrentes
Una de las donaciones comunes es la de la vivienda conservando el usufructo. Como donante, puedes ceder la titularidad de la vivienda, pero reservando el usufructo en vida de modo que si donas el inmueble habitual te aseguras la herencia de tus hijos, pero puedes seguir viviendo en tu casa.
De esta forma el donatario no podrá vender, gravar, hipotecar ni disponer del bien hasta el fallecimiento del donante.
Beneficiar a unos herederos más que a otros
Si tienes claro cómo repartir los bienes, con la donación en vida se evitarán discusiones futuras tras el fallecimiento del donante. Se trata de una gran ventaja frente a la herencia ya que podrás beneficiar a unos herederos más que a otros.
Esto se debe a que la herencia necesita la firma y el aprobado de todos los donantes, mientras que la donación no requiere ningún consentimiento más allá del acuerdo entre el donante y el beneficiario, que deberá formalizarse mediante un documento legal.
Es reversible
A pesar de que la donación es irreversible, existen diferentes excepciones que te permitirán la recuperación de tu patrimonio en caso de:
- Incumplimiento de alguna de las condiciones impuestas por el donante
- Que el donatario cometa algún delito contra la persona donante
- Extremo empeoramiento de la situación económica del donante
- Que el donante tenga hijos después del trámite o que resulte vivo un hijo que se creía muerto